La
congoja es imperceptible,
Pero es.
Y uno
debe continuar la tarea.
Tampoco
la lágrima del ave
hace que detenga su volar.
Llegan
días de vuelo y llanto
De
sorpresa e indiferencia al mismo tiempo
Miedo y
valor
O quizá
miedo al valor.
Al valor
de volar.
Crecen
lápidas a mi alrededor
Algunas
ya ocupadas
Otras
aún vacías.
Las voy
sorteando
Hago
equilibrio entre tanto escombro de vida.
Y
ahora, en los días que corren
Así voy
jugando esta partida con el diario perdurar.
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