la campana de sospechoso metal
dale que te dale
la boca abierta
los ojos cerrados
suena.
Huérfana se tañe,
alocada
sorda a su propio eco.
Curioso en la noche
enciendo luces
abro y cierro violentas sombras
interrogo los objetos cercanos a la muerte:
una lapicera
algunas fotografías.
Lentes
desprendidos ya de los ojos.
De a pequeños sorbos
bebo la sequedad,
el frío.
Pronto seré mi padre.
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