jueves, 30 de agosto de 2012

Se decían

Ella dijo
Cuando hacemos el amor
Te doy mis dos corazones.
El corazón que tengo arriba
El corazón que tengo abajo.

El  dijo
Cuando hacemos el amor
Yo atravieso tus dos corazones 
Como un responsable cupido        
un guillermo tell
Sin dañar tus manzanas
Ni la manzana de tu corazón de arriba
Ni la manzana de tu corazón de abajo

Ella  dijo
Voy creciendo velozmente
Y siempre que hacemos el amor
Al empezar soy una joven tonta
Y al terminar ya conozco toda la vida
Y toda la muerte
Pero mis corazones
Mantienen sus manzanas intactas
Manzanas que siguen siendo inocentes.

El  dijo
Voy creciendo de prisa
Y siempre que hacemos el amor
Al empezar soy un señor de varios años
Y al terminar soy una criatura ahíta
Abrumada.
Tanto beber
De tus manzanas

Mi tell
Dijo ella
El jugo que brota de mis ojos
Está hecho de lágrimas con sabor a sidra
Y ahora brindemos por este amor.

Llena mis corazones, guillermo.
Bebamos.


miércoles, 29 de agosto de 2012

Poema casi 73

Se avecinan grandes cambios,
renovaciones.
Tan cerca estoy
de lo que tan lejos creía.
.
Otrora lejanas puertas,
ahora
sus aldabas frente a mí
ya por poco
incitándome a que las golpee.
Abro las habitaciones de la casa
para que las invada la luz,
el viento
y así tomarme una merecida,
una indefinida holganza.
.
Son tiempos de movimiento,
de resurrección.

Cubro los ennegrecidos muebles
con lienzos luminosos.
Y a la par, quitando ennegrecidas sábanas,
desenmascaro cachivaches relucientes,
desconocidos.
Echo abajo ventanas a través de las cuales
desde hace mucho tiempo nada se vislumbra
no se renueva el aire
ya ni se trasluce la lluvia.
.
Porque quiero aires nuevos.
Usted necesita aires más acordes con su edad
me diría un vendedor.
.
Y me dispongo a clausurar
otras tantas puertas ya inútiles,
por donde ahora no entro
tampoco salgo
ni siquiera me apoyo en sus vanos.
Levanto muros sobre balcones
desde los que ni valía la pena arrojarse.
Balcones que sólo sirven para mirar hacia adentro.
Tan inútiles son.

Ahora el temeroso plan
es tomar una brocha gorda
bien gorda
y a todas las paredes
darles una mano de bienestar,
de concordia conmigo mismo.
Dos manos,
tres,
hasta cubrir esas manchas de sigilosa humedad
los descascarados revoques de languidez
las grietas
donde las cucarachas
se amontonan para saludarme.
.
Hay que arrojar al tacho estos estados de ánimo
porque se avecinan grandes cambios.
.
Ya es tiempo.
. 
Me he convertido ahora
en todo un señor irresponsable.

domingo, 5 de agosto de 2012

Kaddish


La salmodia que recité
Junto con algunas deprecaciones
Hace tantos años
Adusto
Temeroso
Débilmente la recuerdo.

Me pregunto si algún dios exorable
Me habrá escuchado.

Y ahora en la despejada noche
Pienso en esas palabras balbuceadas en voz alta
Hace tanto tiempo
tanto tiempo.

He aprendido.

Los sonidos todos
Viajan a la misma velocidad
Sin distinción de razas o credos
Sin apartar una carcajada insignificante
De un espeso gemido. 

Y ahora reacciono y me pregunto
Acaso mi Kaddish fue inferior a cualquier otro sonido?
Acaso mi Kaddish no estará todavía recorriendo
En este momento
El espacio infinito
A la velocidad de mil doscientos kilómetros por hora?
Acaso mi Kaddish no se habrá transformado quizá
En una incierta luna de palabras
Y estará dando vueltas alrededor de Ío, de Ganímedes,
Eternamente?

O quizá mi Kaddish pudo haber sido golpeado
Por alguna chatarra espacial
Y no logró su propósito?
No logró llegar a su Destino?

Me pregunto dónde andará
Solo para siempre
Este Kaddish mío.

Errante solo huérfano solitario único desamparado
Como la persona por quien lo murmuré
En voz alta hace tanto tiempo.
Por los siglos de los siglos.

Per secula seculorum
Navega éste mi Kaddish
Mi Kaddish
Junto con el dolor.

Junto con la chatarra de mi dolor.