Te pregunto.
¿Hacia dónde mirabas?
Una vez fui pájaro único,
voluntario esclavo de un navío
para tener a quién seguir,
a quién perseguir.
Nada más quería
pero
una mañana esa nave borró su propia estela,
creó una tempestad íntima.
Alteró la singladura.
Y permanecí volando en el mismo lugar
equivocando corrientes
imaginando migraciones.
Otra vez pregunto:
¿Qué hacías
cuando mi cabeza giraba alrededor de los pies
cuando iba cayendo de noche en noche
sin siquiera percibir una gota de sol,
una limosna de alba?
Otra vez pregunto:
¿De qué reías
cuando los alambres
cimbraban alrededor mío,
cuando las cáscaras de piel se desprendían
y caían en el fondo del estómago?
¿Dónde estabas?
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