Imágenes de una cercanía

Voy arrimándome con cautela.

Como quien se aproxima

a una negra vidriera

plena de objetos inciertos

taciturnos

aunque atractivos.

Frente al escaparate

mi paso es lento, haragán,

quizá el cuerpo quisiera detenerse

para hurgar

entre la sombra tenue de las cosas

ese algo por el cual pagar sin escarceos.

Ese frío,

por el cual no regatear.

En el Callejón del Crepúsculo Vespertino,

invisibles, 

insistentes comerciantes

ofrecen

invisibles

tentadoras

mercancías.